Hoy Soy Dios


En un pequeño montículo junto a la mina San José, en Chile, donde 33 mineros continúan sepultados bajo millones de piedras, se han levantado en los últimos días una docena de altares en mi nombre, construidos de manera improvisada con cartones, pedruscos y trozos de madera encontrados en los alrededores. La imagen se asemeja ya a un santuario al aire libre, pero edificado con materiales mucho más precarios y sin la suntuosidad, de momento, de las grandes y opulentas edificaciones religiosas.
Vírgenes, Santos, crucifijos, Biblias, reproducciones de imágenes religiosas, fotocopias de mártires. Todo vale para invocar mi nombre y justificar así el "milagro" por el que este grupo de hombres humildes sigue con vida. Un acto cuya única responsabilidad recae en mí.
No, al parecer es imposible imaginar que los 33 mineros estén vivos por azar. Que hayan sobrevivido a este alud de rocas por su pericia. Que se hayan salvado de una muerte segura por puro instinto de supervivencia. Que haya esquivado el fin de sus días por su capacidad lógica para ponerse a cubierto. Soy yo al que han de invocar para justificar que sus corazones sigan latiendo a 700 metros de profundidad. La tierra no se los tragó para siempre, vienen a argumentar los familiares de los mineros, los representantes eclesiásticos y hasta el propio presidente de Chile, Sebastian Piñeira, simplemente porque yo no quise.
Nada. Ni destino. Ni suerte. Ni azar. Ni pericia humana. Yo y punto. Y mientras tanto, la iglesia católica, la protestante, la evangélica, la del séptimo día y cualquier otra que se sume en los próximos días a este filón se frotan las manos ante este aluvión místico de futuros feligreses, animados por el eco mediático de esta dramática historia.
Fe. Eso es lo que, de verdad, permitirá que estos mineros vuelvan un día a ver la luz del sol. Fe como confianza en uno mismo. Fe como voluntad interior. Fe como anhelo por salir un día del agujero. Fe como esperanza. Fe como fuerza racional, no sólo moral. Una fe que, hoy más que nunca, ha de mover esta maldita montaña.
Yo, creedme, poco pinto en todo esto.

Comentarios

  1. que osado eres!!! y un poco ateo tambien no?

    tener fe, es algo tambien bastante intanglible y milagroso, hay gente que no tiene ese don ni siquiera.......te leiste el articulo de ayer de "El pais" sobre Dios y hawking el big.ban,y demás.... todo puede ser, hawking niega a Dios..pero a lo mejor Dios tambien niega a Hawking , qui lo sa?? creer en algo siempre da fuerzas, sea una persona, una deidad, lo importante es aferrarse a algo.


    Tu poe jemplo crees soy una persona pero en realidad soy tres y cuatro a la vez, ja,ja,ja,ja.

    buenos dias campeón!

    ResponderEliminar
  2. Realmente no sé muy bien lo que soy. Posiblemente sea más agnóstico que ateo. Y sin embargo, me irrita ver como las religiones ( producto creado por el hombre) se aprovechan de las desgracias para captar fieles. Basta con ver cómo los distintas confesiones allí presentes intentan sacar partido a este drama. Lamentable!!!

    ResponderEliminar
  3. TOtalmente de acuerdo, es cierto , eso es lamentable,

    yo creo que eres agnostico deibid , por cierto gracias por descubrirme a xabier rudd, me gusta ese tio.

    Te invito a que conozcas la cancion:" la brisa "de jairo (de pedro) antes el lider de vaca azul, ahora en solitario.

    besos, besos, besos con mucha fe ...claro!!

    ResponderEliminar
  4. te recomiendo : "contra el viento del norte" de daniel glauttauer, esta editado en alfaguara.

    te hara gracia...seguro:

    ResponderEliminar
  5. suscribo todo el post.

    por cierto ese libro del que habla july esta muy bien lo he leido este verano , recomendable, entretenido, quien no ha tenido historia asi.>?

    ResponderEliminar
  6. Yo soy católica. Evidentemente, para mí, Dios tuvo DEMASIADO que ver en todo esto, dándonos esa dote de instinto de supervivencia, lógica, etc.

    ResponderEliminar
  7. Quizá sea verdad que las jerarquías religiosas quieren apuntarse un tanto con todo esto. Pero también estoy segura que en latinoamérica hay una gran "espiritualidad" que no se si se debe a los sufrimientos que pasaron o a que tienen más cerca a Dios, no por ser humildes, sino por ser sencillos de corazón... No os fijásteis como hablaban las familias a los mineros? Con que dulzura, con que fe? Qué más da de qué religión hablemos....qué problema hay en que cada cual deposite sus esperanzas en aquello en lo que cree?. Por qué tenemos tendencia a pensar que los que creen en Dios son ignorantes?
    Una nota personal Deibid: Puede que las religiones se aprovechen para captar fieles, pero, por lo que conozco os puedo asegurar que en épocas MUY difíciles, y aunque ahora parezca que sólo es "iglesia" la jerarquía, independientemente de ésta, muchos religiosos en países como Chile y Argentina, pasaron grandes calvarios por defender a los pobres y luchar por la igualdad (basta con consultar las listas de desaparecidos...), y por darles un motivo para superar el sufrimiento, y yo creo que esos buenos ejemplos también ayudaron a aumentar su fe ...

    ResponderEliminar
  8. No lo dudo Alicia. Este post es una reflexión personal que se puede compartir o no. Yo creo que lo que de verdad mueve el mundo en los momentos de sufrimiento extremo es la fe de las personas. Cierto es que esa fe se puede materializar en un ser externo ( Dios, por ejemplo) o en uno interno ( la propia fuerza del ser humano, una energía extra, un aporte de "batería" en el último suspiro). Todo es válido pero mis ojos lo ven de esta forma. en todo caso, me parece estupendo que haya otras lecturas.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares