Hoy Soy Cliff Penrose


Sería muy fácil construir un burdo juego de palabras y asegurar que, apellidándome Pene, es normal que hipnotice conejos. Pero lo verdaderamente mágico de mi pequeña hazaña de jubilado británico es que logro que una liebre entre en trance durante diez eternos minutos. Vale, soy consciente de que a estas alturas de mi narración, a más de uno/a se le ha escapado una carcajada.
Llevo tres décadas dedicado en cuerpo y alma a la cría de lepóridos en mi casa de St Austell, un pintoresco pueblecito al sudoeste de Inglaterra. Pero hace diez años, un inoportuno derrame cerebral cambió mi vida. Y la de los conejos ingleses, por supuesto. Durante aquella tediosa e interminable convalecencia en el centro hospitalario descubrí que era capaz de adormecer a Tammy, el conejo que me acompañó durante mi largo proceso de recuperación.
Aquel ritual de hipnosis fue tan sencillo como inverosímil: lo acaricié con dulzura hasta notar cómo sus patas se relajaban y sus párpados se cerraban poco a poco. Aún en estado de semi consciencia, tuvo tiempo de seguirme con la mirada hasta que, por fin, en un arrebato de surrealismo mental, el bichejo cayó desplomado y entró en un profundo sueño.
He seguido durante una década este mismo proceso con toda clase de conejos. Y con los mismos sorprendentes resultados. Sin embargo, como le ha ocurrido a tantos otros freakies anónimos, mi historia pasó durante años totalmente desapercibida. Hasta que hace unos días un programa de la BBC me recuperó para el gran público y me lanzó, como una catapulta, al estrellato mediático.
Hoy, desde mi pequeña sobredosis de fama efímera, me sobrecoge pensar que, a mi edad, a veces aún me cuesta comunicarme con la otra liebre, la que duerme a mi lado cada noche. Esa que se desespera cuando me caen tres gotas de pipi fuera de la taza. La misma que se enfurece cuando me quedo embobado mirando la tele. La que se irrita cuando me pregunta, sin venir a cuento, en qué pienso y yo le contesto, con la mirada perdida: "En nada, cariño".
Esa sin la que, a pesar de todo, mi vida no tendría sentido.

Comentarios

  1. Uau!!! uau!! uau!!!( soy la liebre , saltando de alegria, al leer tu bonito post del martes, ja,ja,ja)

    ResponderEliminar
  2. yo tambien tengo armas que hipnotizan pero aqui no las voy a contar....

    ResponderEliminar
  3. que ternura......

    yo tambien creo que me comunico mejor con los animales... aunque me encantaria poder inducir al sueño profundo a algunos otros "animales" por cierto a july creo que la tienes hipnotizada, ja,ja,ja
    (besos guapa!!)

    ResponderEliminar
  4. Creo que tengo algo en común con clif...ja,ja,ja,ja

    ResponderEliminar
  5. ternura.....???? lo siento chicos me parece hoy una chorradilla el tema,

    ResponderEliminar
  6. Tan duro en la forma y tan romantico en el fondo....

    ResponderEliminar
  7. ja, ja, ja. Sí, Cuddy. Creo que, a pesar de la oposición de July, voy a tener que volver al sexo duro en mis post. Me estoy reblandeciendo como una galleta en un vaso de leche.....
    Aunque le realidad es que no soy un romántico

    ResponderEliminar
  8. Es cierto no eres romántico , lo se, pero sin embargo tienes algo que es muchisimo mejor qu el romanticismo: la sinceridad, y eso no le gusta demasiado a la gente, eres sincero y eso es a veces muy romántico también, n,est pas???

    (july te da toda la libertad del mundo solo faltaba.)!!

    ResponderEliminar
  9. cuando tienes magia con una persona..la tienes,te pueden hipnotizar cuando menos te lo esperas...

    ResponderEliminar
  10. que le pasó al Barca???? ohhhh lo sientoooo, creo que al final os vais a quedar en" blanco ", ji, jo, ja, ji, jo, ja, ji,

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares