Hoy Soy Larry Ochs


He pasado toda mi vida - estoy a punto de jubilarme- tocando aquí y allá mi saxo y ofreciendo, junto al grupo Rova Quartet, del que soy fundador, mi peculiar versión del Jazz, revisando clásicos y aportando una lectura diferente a este género. Soy de Nueva York y durante más de cuatro décadas he actuado en todos los rincones del planeta. El último de ellos, Sigüenza.
Y lo que viví hace unos días en esta pequeña localidad castellana aún me mantiene en estado de shock. Poco antes de mi última actuación, el pasado 7 de diciembre, un espectador consideró que mi música no podía definirse como jazz sino "música contemporánea". Y tuvo los santos cojones de denunciarme, alegando en la hoja de reclamación que mi aportación al jazz estaba "contraindicada psicológicamente por prescripción facultativa".
Hasta aquí todo suena a cachondeo: a un tipo se le va la olla y trata de denunciar al músico. La cosa no tenía que haber ido a más. Borrón y cuenta nueva: una palmadita en la espalda al cafre en cuestión y una invitación a que se vaya a su casa a escuchar algo de house.
Sin embargo, lo verdaderamente glorioso, aquello que, de verdad, convierte a España en una república bananera, es lo que ocurrió a continuación: una pareja de la Guardia Civil se plantó en la sala y me sometió a un juicio sumarísimo para determinar si era o no jazz aquello que salía de mi saxo. Insisto (para que aquellos que aún se frotan los ojos): un tipo con pistola y tricornio me instó a que tocara el saxo con la intención de enjuiciar mi música. Y ese señor uniformado determinó, con su coeficiente mental de rana saltarina, que no, que lo que yo he hecho durante más de 40 años sobre los escenarios de medio mundo no es jazz. Tal vez otra cosa pero no jazz. No se le movió ni un pelo del bigote al pronunciar su dictamen musical.
Oye, aceituno sin cerebro, ¿qué te hubiera parecido si me presento una mañana en tu cuartel y te pido que te metas una bala de tu cartuchera por el culo para conocer el tamaño de tu ano? Y luego diagnostico que no, que no puedes ser guardia civil porque para formar parte de un cuerpo que lo da todo por la patria hay que tener el ojete del tamaño de una moneda de euro.
Nunca una localidad definió tan bien al agente que supuestamente la custodia: SiNVERgüenza


Comentarios

  1. ESTE BLOG ME PARECE MUY INTERESANTE, Y CONFIRMA MI TEORIA SOBRE LA IMAGEN QUE PROYECTAMOS , LA QUE NOS GUSTARIA PROYECTAR Y LA QUE FINALMENTE SOMOS, HACE TIEMPO REALIZANDO UNA TESIS DOCTORAL (ANTROPOLOGIA CULTURAL)COMPRENDÍ QUE NO SIEMPRE DETRÁS DE UNA CAMISA DE FLORES SE ENCUENTRA PERET.... O SI?? .NUNCA SE SABE, A LO MEJOR PERET NO ES LO QUE PARECE Y TIENE UN BLOG QUE ANALIZA LOS ENTORNOS INNOVADORES...LO BUSCARÉ, lo juro!

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